Las acciones anti piratería aplicadas principalmente en Internet
son una completa basura.
Si bien es cierto que es importante resguardar y apoyar a
los artistas, hoy en día estudios y distintos tipos de creadores (casi todos más
replicadores) se llenan los bolsillos de plata afirmandose en poderes fácticos
mientras dejan sin resolución el famoso dicho “por el amor al arte”. No se
confundan, me refiero a famosos y célebres, a personajes globales, porque creo
que los artistas locales, en especial los noveles o arte dirigido a minorías,
deberían ser subvencionados y promovidos. Desde teatro a música, desde
retratistas hasta artesanos. Alcaldías, intendencias, gobiernos regionales
deberían ser instituciones instrinsicamente filantrópicas.
Hoy Internet impone de manera lenta, pero segura, la
voluntad ciudadana de contenidos gratis y al alcance de todos, democratizando
las comunicaciones y permitiendo con eso que personas interesadas, pero sin
recursos puedan aprender lo que se les plazca.
Recuerdo el ruido que hizo el batero de Metallica, Lars
Ullrich, por cómo se estaba distribuyendo la música de la banda. Casi en la
misma época, Radiohead, de la mano del orate y extraordinario Tom Yorke lanzó
el primer disco para descarga gratuita, pidiendo a cambio donaciones voluntarias.
Años después York reconoció que las donaciones casi igualaron las utilidades
con precio de ventas. ¿Cómo? Muy fácil, con una estrategia de marketing
solidaria sus fans ideológicos aumentaron de manera significativa y muchos
colaboraron motivados por un hecho ya comprobado por el israelí Dan Ariely: Lo
gratis genera empatía y solidariza, vinculando a las personas en lo que son y
no lo que tienen, dejando el dinero aparte y, con ello, ciertas ambiciones y
aprensiones excluídas. A propósito, recomiendo la charla TED del mentado
intelectual, no por casualidad, GRATIS acá.
También recuerdo a Eddie Vedder, años antes que las otras
bandas mencionadas, cuando comenzó a apuntar a las productoras como los grandes
mercenarios de la música, incluso planteó una serie de demandas a Ticketmaster
por abuso en sus precios y condiciones inapropiadas,
no para él, sino para el público asistente.
Lars en su inmensa mansión y con millones hasta en el cajón
del baño nunca ha podido tener empatía con el muchacho de 15 años que trabaja
repartiendo periódicos para poder ir al estadio a ver a su banda favorita en
vivo o comprarse el CD para poder escucharlo a todo volumen encerrado en su
habitación. Y es extraño, porque de un músico se espera que haya pasado por una
historia semejantes antes de ser famoso como es el caso, pero este vikingo
parece que olvidó su pasado.
En cambio, Yorke precentía que Internet iba a ganar la
batalla a la larga, su puso a la vanguardia, multiplicó su fama con una acción
altruista no comercializada y entendió que su verdadera utilidad debía venir de
los puritanos que aun querían el disco físico, con los conciertos (lo que los
obliga a agendar más) y con el merchandasing original.
Y no es sólo un tema de dineros, hay mucho de ego en todo
esto. Sin embargo, desde aquellos años la tendencia ha sido de que más y más
bandas lancen sus discos gratis online, que los escritores hagan lo propio con
sus libros y cineastas hagan lo suyo con sus películas, siendo las ramas más
emblemáticas. De esta forma, cada vez más pintores utilizan galerías virtuales,
fotógrafos, actores, documentalistas, etc. se apoderan de Internet como
principal herramienta de difusión contribuyendo a esta extensa red. Además, está
abertura facilita el emprendimiento, la creación, la sana competencia entendida
desde la variedad y la innovación.
Los estudios cinematográficos tienen especial mención. Una
película X (The Avengers) cuesta 220 millones de dolares en total. Si la película se
populariza puede rescatar hasta 650 millones sólo en entradas al cine en el
mundo y en un período de 15 días. Posteriormente X seguirá vendiendo utilidades
por los siguientes 15 días y a eso súmales distribución pagada en la web (como
Itunes o Netflix), el merchandasing, su venta en unidades físicas, entre otras
fuentes. Imaginen la utilidad, hablando de una película exitosa. Invierten 220
millones y ganan al menos 1500 millones. Con piratería y todo multiplican lo
invertido. Esos son números reales que puedes checkear en IMDB, aquí.
Estos son sólo ejemplos y claramente muy superficiales del
problema y como se desenvuelve. Lo que me interesa plantear acá es que a pesar
de que los poderes lo intenten es imposible, en base a un análisis histórico,
que la ola de Internet disminuya. Es imposible que un año hayan menos hackers y
geeks concentrando su máximo esfuerzo por subir y distribuir todo contenido que
esté en sus manos gratuitamente a la red. Y este afán es muy potente: son tipos
de clase media, que les ha costado cada cosa que tienen, que han tenido
problemas con autoridades de distanta índole, que se han sentido abusados y
pasados a llevar por un sistema que condena arbitrariamente razas, apellidos,
barrios, costumbres, etc. En el fondo, es una batalla ideológica, no comercial
y es por eso que no tendrá fin.
Lo han intentado todo, en Europa, Asia y Estados Unidos,
inventando leyes, censurando, apresando a pioneros y poniendo restricciones. El
resultado ha sido claro, acá los malos ganan, porque no son en realidad los
verdaderos malos, sino que son los buenos ocultos. Y empresarios, banqueros y
políticos de todo el mundo se disfrazan de los buenos, pero son los malos que
con egoísmo desenfrenado pelean por sus intereses. En pocas palabras, es
exactamente el mismo fenómeno de la monarquía peleandole a la nueva burguesía
el espacio que el sector social ya se ganaba por derecho propio.
Google, la gran compañía actual de Internet, es el ente más
poderoso del planeta hoy en día y será cada día más. Sin ser la empresa con
mejores utilidades, y sin ser tampoco la más grande en infraestructura o en
empleados, tiene un control global de internet de ciencia ficción que la gente
suele pasar por alto. Esta autoridad comunicacional y este efecto es producto
de un superlativo trabajo técnico entre varios factores más, pero nuevamente su
punto más fuerte está en su filosofía. Google tiene como política corporativa
transferir los costos de sus productos a las empresas y no a los usuarios. Así
lanzar un app en Play Store cuesta menos de la mitad que en AppStore de Apple,
lo que se traduce generalmente que se suban gratis a una tienda y de pago a la
otra. Así Gmail destronó a Hotmail entregando muchísima más capacidad
simplemente porque podían hacerlo. Así posiciono a Youtube como la nueva TV en
internet. Así el buscador barrió con Yahoo, Altavista y Bling no puede, ni ha
podido, competirle. Así Chrome se tomó el primer lugar en navegadores. Así
Android es el sistema operativo más utilizado en tabletas y teléfonos
inteligentes. Y así varios ejemplos más: Tu nunca desembolsas ni un peso por
Gmail, Youtube, Google o Chrome. Y la publicidad utilizada por Google suele ser
sutil e inteligente, sobretodo vinculada con las necesidades del usuario.
Por otro lado y esta es una teoría personal. Aun siendo un
fanático de Google, esta compañía es lo más similar al apocalipsis. Google es
hoy Skynet y en el futuro será Matrix, pero este tema viene por otro camino.
Insisto, todo este mapa y discusión va mucho más profundo
que estos simples ejemplos. Pero es necesario entender el porque los contenidos
en Internet son y deben ser gratuitos. En ultimas palabras, es la democratización
absoluta del conocimiento y de las comunicaciones, una revolución a la que por
supuesto los que estan en el poder tratan de derrotar infructuosamente.