6/09/2014

Motorola, Google y esos cabrones


Yo soy un fanático de Google. Lo reconozco. Sigo sus noticias como si fueran nuevas de un buen amigo. Hasta les tengo cariño, afinidad acompañada de una profunda simetría con su visión comercial y una admiración a sus capacidades de desarrollo y tecnología. -Hey, es una empresa, lo sé, pero dentro del mundo de las empresas es de las que demuestra mayor altruismo en casi cualquier sentido que se analice. Ok, subjetivo, allá tú-.
Google hizo mucho ruido hace un par de meses cuando se anunció públicamente la venta de Motorola Mobility a Lenovo. Pero esto tiene varios detalles importantes a considerar. El primero de ellos es que Google NO ha hecho oficial la venta. Se tienen cuñas de Larry Page y de Sergey Brin (los dos fundadores y principales referentes de Google) a favor de la venta, pero nada oficial. De hecho, Motorola en su página web y en su logotipo manifiesta sin verguenza que es una compañia de Google. Pero acá está lo más importante. En la negociación, Google se quedaría con las patentes de Motorola, con parte de Mobility y, en base a un acuerdo muy particular respecto a los dispositivos venideros de Motorola, con el control de futuros productos. En resumidas cuentas, el trato contempla la empresa para Lenovo, pero Google continuará controlando la marca. Poco vivos los cabros, ¿no?
Soy fanático de Google porque desde sus inicios han promovido políticas tecnológicas más justas y responsables y estrategias que siempre he sentido a mi favor. ¿Recuerdan como Gmail destrozó a Hotmail? Si, mejor usabilidad, gratuidad y mayor capacidad de almacenamiento (eran 25mb versus 1gb), junto con una sensación de exclusividad o pertenencia (era por medio de invitaciones). En Google, casi todo para el usuario es gratis y quien paga por los servicios que utilizamos son las compañías involucradas. Y ojo, porque a diferencia de lo que muchos piensan y a diferencia de Facebook y Apple (muchas otras también como Oracle o Adobe), Google no vende bases de datos. O sea, no hace utilidades de tú información. A todo esto, sin ser la empresa con mejor rentabilidad y sin ser la con mayor número de empleados, Google es la empresa más influyente e importante del mundo hoy. Google es Poder.
El 2007 Apple lanzó el iPhone y revolucionó el mercado de la telefonía en el amplio sentido que abarca este tipo de conectividad y en la tecnología en general. Es una explosiva revolución que ha dejado en cuarto plano la telefonía tradicional y ha instaurado a las empresas tecnológicas dedicadas a este rubro en el primer sitial de la economía mundial. Marcas como Apple, Samsung, Sony, LG, HTC, Nokia, Blackberry, Huawei, ZTE y Alcatel dominan el mercado y junto a las de telecomunicaciones, sus socios comerciales de distribución, estaba bueno que dejaran de abusar de los consumidores. Atras vienen los chinos menores y nuevos actores como Lenovo, Acer, Asus y muchísimos más, que llegan con la “conciencia más limpia” desde otros mercados.
Tras el iPhone, un año después Google lanzó Android, un Sistema Operativo (SO) de código abierto (esto significa que en teoría cualquiera puede modificarlo). Comenzaron casi al mismo tiempo en trabajar en estos proyectos paralelos, pero los de Cupertino se la jugaron por manufacturar, mientras Google emuló la estrategia de Microsoft con Windows. Y desde ese momento se especuló si en Google se harían o no de una empresa de hardware para producir sus propias unidades. -Esto como dato externo, Google se compra prácticamente una empresa nueva al mes de distintas partes del mundo y casi todas ellas son de hardware. Aunque sea un misterio, creo que Google trama algo grande y planea integrar estas adquisiciones. Hablo desde impresión 3D hasta robótica y mecánica-.
Al principio fue HTC con el One, después Samsung con el S y el Galaxy y ahora LG con el 4 y el 5, los compañeros que Google ha utilizado como fabricantes. Esta línea, una marca en si misma llamada Nexus, ha patentado el formato de teléfonos inteligentes de buenas prestaciones, un Android más puro y precios razonables. (¿Han comprado un teléfono nuevo y viene con chorrocientas aplicaciones que no te interesan pero que no puedes eliminar? Estas vienen en capas y los fabricantes junto con las empresas de telecomunicaciones utilizan capas propias que la única razón por lo que las hacen es por estrategia de marketing, pero al paso te cagan el aparato, ralentizándolo y ocultando su potencialidad). Los Google Nexus siempre han costado desde un 20%  a un 40% más económicos que sus competidores ofreciendo mejor perfomance y posicionándose como una mejor alternativa sin basura asociada. Los puritanos de Google, en su mayoría los cabrones de jungla en el tema y quienes son actores en estas evoluciones por lo común prefieren un Nexus y les parece lo mejor del mercado, aunque hay algunos disidentes y pelusones engrupidos con iPhones o SG S4’s-5’s.
E, X, G
Hasta hace poco menos de 2 años. Como mencioné fuera de contexto, Google compró en ese tiempo a Motorola y toda su familia, entre ella la rama Mobility. Desde que Google tomó el control de Motorola (y lo hizo de frentón involucrándose directamente en los laboratorios) la empresa americana de la M a lanzado tres teléfonos, todos de venta libre (o sea, que desbloqueado y sin amarras a terceros). El primero de ellos fue experimental, el Moto X. Un móvil de gama alta con varias funciones innovadoras, pero parte de la camada de ofertas existentes entre sus competidores. Pero luego, Google de la mano de Motorola lanzó uno de los proyectos más ambiciosos a mediano plazo; el Motorola Moto G. Un móvil que vale menos de $200 americanos con características y un rendimiento de un teléfono de por lo bajo $350 o $400, simplemente, no tiene competencia y se comió el segmento. Luego, vino la siguiente jugada, el Moto E, con un valor apenas superior a los $100 es como una versión más humilde de su antecesor, pero un teléfono suficientemente potente para navegar por internet, escuchar música, ver videos online o jugar. En el fondo, un teléfono sencillo, pero que rinde y lo hace bien. En Chile se debería poder comprar a 70 mil o 80 mil desde julio 2014. – Otro dato, en Europa se decía mucho que tribunales comerciales iban a bannear estos teléfonos por competencia desleal y estupideces del estilo. Lo cierto es que a los único que no le hizo gracia fue a los fabricantes y a las multinacionales. Si, los mismos compadres que te pisotean cuando necesitas servicio de postventa o alegar cobros desmedidos o cobros fantasmas que no se justifican. A esos les dio la chiripiorca-.
En casi 2 años Motorola pasó de ser una despechada en las penumbras aún con alto valor bursatil gracias a sus patentes, a la reina hermosa y sonriente de la celebración que llega con los mejores vestidos y hasta cae simpática. Su cuota de mercado crece y sigue creciendo y su posicionamiento se saltó varios escalones. Los competidores están enrabiados.
Hoy, tras 7 meses del lanzamiento del Moto G, los fabricantes molestos e inquietos, están trabajando más en esa gama intermedia comprendida por millones de usuarios (según Motorola 500 millones de usuarios nuevos cada año). Un segmento que el año pasado estaba dominado por puros tarros inservibles y con pintas de me la puedo, pero desempeños ridiculamente mediocres. No es lo único, Firefox avanza a pasos agigantados en su SO y lo mismo Samsung (para mí el engreído de la fiesta que quiere todo para él). Eso es beneficio directo al consumidor, mayor competencia y mayor equidad precio/calidad. Menores precios, más valor y mejores productos.
Si, esto es promoción. Y gratuita.
La cosa es que mi celular cagó el finde semana. Tengo o tenía un Sony Xperia Z, un teléfono que no ha parado de molestarme. Me cargó. Hoy, con estos teléfonos son mini computadores tremendamente útiles. La diferencia de tener un ladrillo y un buen smartphone son muchas: reproductor de videos y musica; mapas y GPS; chat online y simultáneo en múltiples plataformas; uso de redes sociales; juegos; ayudas en la organización personal como calendarios, alarmas, recordatorios; procesadores de textos y hoy completas suite ofimáticas e incluso editoras multiformatos; herramientas útiles por medio de aplicaciones; cámara de fotos y filmadora (se acuerdan del cassette HI-8?), etc.
Y yo, hoy, tras investigar como un contratado tengo la seguridad de que el Moto G es mi mejor opción. Lo mejor, no sólo la mía, estoy seguro que la tuya también, excepto que busques tope de gama y ahí te dejo tranquilein John Wein. Pero no seai mainstream como decía mi amigo Carlitos y hazte de un Moto G por sobre un iPhone o un Galaxy S y tanto y de pasada te ahorrai unos buenos morlacos sin perder calidad.

PD: No confundan. Yo estoy absolutamente en contra de estar pegados al cel todo el día, en un evento social y cada vez que estamos un poco solos. Es un gadget útil y que facilita tu vida. No es tu vida. Usalo como herramienta y con consideración.
PD2: HTC y LG son los que mejor están haciendo la cosas. Si quieres lo mejor, revisate el HTC One M8 y el LG G3. No hay una sola características que esas bestias no derroten a los mainstream. Y por cierto, comprar en Ebay o Amazon es fácil y muschísimo más barato, pero bueno, hasta aquí llego.

3/23/2014

Reinas


A veces las experiencias son impredecibles.
Uno hace y deshace, pensando que tiene todo bajo control. Que en el peor de los casos cabe la represión máxima. Esos momentos, para mí, son cosa poca de contextos específicos.
Este era uno de esos. El primer pensamiento es invitar a una reina. Reina llámese a estas mujeres que nos revolucionan, de esas por las que uno daría todo y que paralelamente, ellas lo saben. Lo saben desde una perspectiva de control. Es casi un paralelismo diferenciado.
A veces uno invita a la reina porque es la mujer que nos permite movernos con la misma libertad. Una reina es la mujer que aprecia el detalle y si no lo haces te lo va a hacer notar. Reina es la que puedes abandonar a su suerte siempre que tenga algún hilo que sostener y eventualmente, poder tirar. Es preciso considerar que un ocasional problema con las reinas es que a veces es uno el que las busca y se pasea alta vista y ojos abiertos a ver si por ahí aparecen, pero eso no es regla.
Y a veces calzan las reinas del demonio, es posible que te tomen desprevenido. Estas son las únicas que representan una figura. Son esas que parecieran cargar con tus fetiches como un hábito de la rebeldía a estándares costumbristas. Son esas que rosas con las mejillas y la sensación es similar a la presión del nervio principal de la columna vertebral y así como un soplido de aire helado tu cuerpo tirita, absolutamente desligado de la razón.
Hay gente que cree que nos formamos, hay otros que creen que nacemos predefinidos. Yo creo que no es ni una ni la otra. La cosa es simple, venimos preconfigurados, pero a ese sistema puedes meterle el programa que quieras.
Y aquí radica lo peor. Hay entre todas las reinas, una de pocas influyente como ninguna. No necesitas que todo sea como una película de Richard Linklater. No necesitas que la circunstancia sea perfecta. Tampoco necesitas que su consideración esté 100% de tu lado. Son esas reinas, esas reinas las que nos cambian la vida.
No es que sea una en el infinito y como mito del misterio de una media naranja solo hay una para ti. Solo una en el universo. Eso no existe. No es real. Pero de dos cosas estoy claro. Primero es que pueden pasar años y siglos sin llegar a encontrarte con una de estas reinas preciadas, de las especiales. El otro, es que puedes haber conocido a varias en tus años y por medio de miedos, inseguridades, formalidades u otro tipo de estupideces no jugaste como es debido y la ves perderse en un infinito sin memoria.
Pero ahí. A veces, como un regalo, algo te dice y lo sabes; estas con esa reina. Es su sonrisa que te maravilla, son esas actitudes que sorprenden, es el no tener ojos sino corazón, es el tener contactos y sentir como tus poros inquietos se inclinan a su piel. Son sensaciones bien especiales, son extraordinarias.
Y que haces cuando de la nada surgen dudas no resueltas, surgen problemas que no existen y barreras que no vemos y que no están ahí.
El problema de los tipos como yo es que creemos en el amor. La pasión es motor en nuestra vida. Somos catalogados de locos en muchas por ver más (otras por ver menos), pero definitivamente nunca somos ese soldadito de plomo que quieto se relaciona con el mundo.
Es una visión difícil de entender. Para nada accesible. Comprendo cuando no comprenden. Para mi es natural.
Yo soy de esos que toma su mano y lo siente. Siente su aliento y lo intento tragar, como si en un buen sentido y mágicamente proyectado absorbo. De esos que ven sus ojos y ven estados. Es un vínculo, quizá imaginario, quizás artificial. Pero los tipos como yo necesitamos a la reina para general el vínculo. Y esa reina, cuando la vemos, lo sabemos, es atípica, menuda y nuestra. Y queremos todo para ellas. Y esperamos todo de ellas. Esperamos que sientan como nosotros y que se alegren de nuestra sorpresa.
Que se rían de tus errores, y este punto es principal, siempre, una de las mayores virtudes de nuestra reina es que su risa es una melodía de metalófono. Suave, a momentos explosiva, es una risa que dan ganas de abrazar para disfrutar y quizás poseer. Es una risa que entra en nuestros oídos como la canción de las golondrinas que no escuchamos. Pero el sonido está ahí. Uno lo siente. Uno lo sabe.
Oh si. La risa es especial. No hay mayor afrodisíaco que una risa espontánea y natural de nuestra reina. Es como la trompeta de coronación en la edad o la conmemoración. Identificamos el sonido, lo retenemos durante un momento y luego sacas conclusiones.
Ellas, esas reinas. Un poder. Vulnerable a nada soy, pero que toquen a mi reina y que no me hablen. Uno quiere atrapar lo que expresan sus labios y gestos. Uno se entusiasma con ese juego. Incluso pasa que ella habla y ves como las comisuras de sus labios se moldean, finos relieves en un rojo que ilusas sentir. O eso es lo que uno imagina. ¡Pero es que es la reina! uno se repite.
Es ataca o morirás.
Lo peor es cuando la reina no entiende todo lo bello que es el escenario. Y dudan del poeta porque no es como debería ser. Y dudan del poeta porque tan bonito no puede ser. Y dudan del poeta porque les han hablado de esfuerzo incansable. Dudan porque pasa que no entienden el fenómeno. Dudan porque muchas veces sueñas con el príncipe galopando, mientras el indicado llega a pie con harapos idealistas y un ramo de rosas.
Una vez me recomendaron que si ella no entendía, no estaba preparada y había que dejarla ir. Las mujeres tienen vidas ocultas, contradicciones subterráneas. Vidas llenas de recuerdos y hábitos, de mensajes y proyecciones. Pero uno que  está ahí parado, en presencia de, lo sabe.  Y quieres tomarla de la cintura y masajearle la nuca.
Solo necesitas su aceptación y el cuento de buenas noches sería besarle la punta de la nariz.

2/05/2014

Contenidos gratis: La nueva burguesía


Las acciones anti piratería aplicadas principalmente en Internet son una completa basura.
Si bien es cierto que es importante resguardar y apoyar a los artistas, hoy en día estudios y distintos tipos de creadores (casi todos más replicadores) se llenan los bolsillos de plata afirmandose en poderes fácticos mientras dejan sin resolución el famoso dicho “por el amor al arte”. No se confundan, me refiero a famosos y célebres, a personajes globales, porque creo que los artistas locales, en especial los noveles o arte dirigido a minorías, deberían ser subvencionados y promovidos. Desde teatro a música, desde retratistas hasta artesanos. Alcaldías, intendencias, gobiernos regionales deberían ser instituciones instrinsicamente filantrópicas.
Hoy Internet impone de manera lenta, pero segura, la voluntad ciudadana de contenidos gratis y al alcance de todos, democratizando las comunicaciones y permitiendo con eso que personas interesadas, pero sin recursos puedan aprender lo que se les plazca.
Recuerdo el ruido que hizo el batero de Metallica, Lars Ullrich, por cómo se estaba distribuyendo la música de la banda. Casi en la misma época, Radiohead, de la mano del orate y extraordinario Tom Yorke lanzó el primer disco para descarga gratuita, pidiendo a cambio donaciones voluntarias. Años después York reconoció que las donaciones casi igualaron las utilidades con precio de ventas. ¿Cómo? Muy fácil, con una estrategia de marketing solidaria sus fans ideológicos aumentaron de manera significativa y muchos colaboraron motivados por un hecho ya comprobado por el israelí Dan Ariely: Lo gratis genera empatía y solidariza, vinculando a las personas en lo que son y no lo que tienen, dejando el dinero aparte y, con ello, ciertas ambiciones y aprensiones excluídas. A propósito, recomiendo la charla TED del mentado intelectual, no por casualidad, GRATIS acá.
También recuerdo a Eddie Vedder, años antes que las otras bandas mencionadas, cuando comenzó a apuntar a las productoras como los grandes mercenarios de la música, incluso planteó una serie de demandas a Ticketmaster por abuso en sus precios y condiciones  inapropiadas, no para él, sino para el público asistente.
Lars en su inmensa mansión y con millones hasta en el cajón del baño nunca ha podido tener empatía con el muchacho de 15 años que trabaja repartiendo periódicos para poder ir al estadio a ver a su banda favorita en vivo o comprarse el CD para poder escucharlo a todo volumen encerrado en su habitación. Y es extraño, porque de un músico se espera que haya pasado por una historia semejantes antes de ser famoso como es el caso, pero este vikingo parece que olvidó su pasado.
En cambio, Yorke precentía que Internet iba a ganar la batalla a la larga, su puso a la vanguardia, multiplicó su fama con una acción altruista no comercializada y entendió que su verdadera utilidad debía venir de los puritanos que aun querían el disco físico, con los conciertos (lo que los obliga a agendar más) y con el merchandasing original.
Y no es sólo un tema de dineros, hay mucho de ego en todo esto. Sin embargo, desde aquellos años la tendencia ha sido de que más y más bandas lancen sus discos gratis online, que los escritores hagan lo propio con sus libros y cineastas hagan lo suyo con sus películas, siendo las ramas más emblemáticas. De esta forma, cada vez más pintores utilizan galerías virtuales, fotógrafos, actores, documentalistas, etc. se apoderan de Internet como principal herramienta de difusión contribuyendo a esta extensa red. Además, está abertura facilita el emprendimiento, la creación, la sana competencia entendida desde la variedad y la innovación.
Los estudios cinematográficos tienen especial mención. Una película X (The Avengers) cuesta 220 millones de dolares en total. Si la película se populariza puede rescatar hasta 650 millones sólo en entradas al cine en el mundo y en un período de 15 días. Posteriormente X seguirá vendiendo utilidades por los siguientes 15 días y a eso súmales distribución pagada en la web (como Itunes o Netflix), el merchandasing, su venta en unidades físicas, entre otras fuentes. Imaginen la utilidad, hablando de una película exitosa. Invierten 220 millones y ganan al menos 1500 millones. Con piratería y todo multiplican lo invertido. Esos son números reales que puedes checkear en IMDB, aquí.
Estos son sólo ejemplos y claramente muy superficiales del problema y como se desenvuelve. Lo que me interesa plantear acá es que a pesar de que los poderes lo intenten es imposible, en base a un análisis histórico, que la ola de Internet disminuya. Es imposible que un año hayan menos hackers y geeks concentrando su máximo esfuerzo por subir y distribuir todo contenido que esté en sus manos gratuitamente a la red. Y este afán es muy potente: son tipos de clase media, que les ha costado cada cosa que tienen, que han tenido problemas con autoridades de distanta índole, que se han sentido abusados y pasados a llevar por un sistema que condena arbitrariamente razas, apellidos, barrios, costumbres, etc. En el fondo, es una batalla ideológica, no comercial y es por eso que no tendrá fin.
Lo han intentado todo, en Europa, Asia y Estados Unidos, inventando leyes, censurando, apresando a pioneros y poniendo restricciones. El resultado ha sido claro, acá los malos ganan, porque no son en realidad los verdaderos malos, sino que son los buenos ocultos. Y empresarios, banqueros y políticos de todo el mundo se disfrazan de los buenos, pero son los malos que con egoísmo desenfrenado pelean por sus intereses. En pocas palabras, es exactamente el mismo fenómeno de la monarquía peleandole a la nueva burguesía el espacio que el sector social ya se ganaba por derecho propio.
Google, la gran compañía actual de Internet, es el ente más poderoso del planeta hoy en día y será cada día más. Sin ser la empresa con mejores utilidades, y sin ser tampoco la más grande en infraestructura o en empleados, tiene un control global de internet de ciencia ficción que la gente suele pasar por alto. Esta autoridad comunicacional y este efecto es producto de un superlativo trabajo técnico entre varios factores más, pero nuevamente su punto más fuerte está en su filosofía. Google tiene como política corporativa transferir los costos de sus productos a las empresas y no a los usuarios. Así lanzar un app en Play Store cuesta menos de la mitad que en AppStore de Apple, lo que se traduce generalmente que se suban gratis a una tienda y de pago a la otra. Así Gmail destronó a Hotmail entregando muchísima más capacidad simplemente porque podían hacerlo. Así posiciono a Youtube como la nueva TV en internet. Así el buscador barrió con Yahoo, Altavista y Bling no puede, ni ha podido, competirle. Así Chrome se tomó el primer lugar en navegadores. Así Android es el sistema operativo más utilizado en tabletas y teléfonos inteligentes. Y así varios ejemplos más: Tu nunca desembolsas ni un peso por Gmail, Youtube, Google o Chrome. Y la publicidad utilizada por Google suele ser sutil e inteligente, sobretodo vinculada con las necesidades del usuario.
Por otro lado y esta es una teoría personal. Aun siendo un fanático de Google, esta compañía es lo más similar al apocalipsis. Google es hoy Skynet y en el futuro será Matrix, pero este tema viene por otro camino.

Insisto, todo este mapa y discusión va mucho más profundo que estos simples ejemplos. Pero es necesario entender el porque los contenidos en Internet son y deben ser gratuitos. En ultimas palabras, es la democratización absoluta del conocimiento y de las comunicaciones, una revolución a la que por supuesto los que estan en el poder tratan de derrotar infructuosamente.