1/31/2017

Australia producto de los australianos

Soy periodista y me cargan las notas tendencias escritas por alguien que no entiende nada del tema. Yo hice ese viaje. 

Los chilenos ABC1 que se van son en su mayoría lacras; destruyen la cultura y transportan los mismos vicios que tienen acá; robo hormiga, el vivo que se caga el sistema, el que cree que el abuso es un formato válido, prepotencia –a más de alguno le escuché cosas como: “si supiera quien soy yo”. Eso si estos chilenos algo aprenden. Pero por nada del mundo se enfrentan asimismos, son más bien unas vacaciones extensivas tras terminar la universidad. No pasan más de 6 meses en lo duro y fuerte -pegas mencionadas llamadas casuales- y se van pronto al sudeste asiático donde la plata les rinde –otra que me llamó mucho la atención es que casi todos tienen plan B solventado por padres con tarjetas de crédito con las que complementan, en especial las mujeres que prácticamente no viven ninguna situación límite-. Pero en el sudeste con suerte se pasean por los templos y se la pasan en playas borrachos. Conocí cientos así, patrones impresionantemente repetidos. Representantes estos niños mimados de una sociedad enferma con todas sus letras.

Obvio que hay diferentes. Que son minoría como los que fueron a vivir fuera del sistema, sea allá o acá o yo mismo que busqué las experiencias más intensas y vivir el viaje como si fuera lo último en mi vida. Diferencia además marcada por las castas; todos los B2 para abajo eran esforzados y tenían otra actitud.

La diferencia es radical. Australia tiene el sueldo mínimo más alto del mundo, es de los 3 países que más cuidan el medio ambiente, tienen una ley que controla la brecha entre el que más gana y el que menos gana al interior de una empresa, son progresistas de los de verdad, creen en el desarrollo, pero sin egoísmos personales, son educados por voluntad, el poder está bien distribuido y concentrado localmente –las juntas de vecinos definen su barrio-, incentivan la felicidad y el desarrollo creativo -la rebeldía y la irreverencia se ven con buenos ojos por los mayores-, los valores básicos son inalterables en la cultura del país –principios como justicia, igualdad, fraternidad-. Los animales son considerados seres vivos, tan vivos como los humanos y hay un paralelismo notable. Las empresas están para ganar plata, pero no al costo que sea; tú vas al super y tienen todas las cajas disponibles y habilitadas, vas al banco y te atiende una anfitriona no pierdes ni 5 minutos, los servicios básicos están tan fiscalizados y regularizados que no se te ocurre dudar de la cuenta –nunca escuché un abuso-, el consumidor se le respeta como al rey del comercio porque él manda –devolví productos que no me convencieron y en la caja no me pidieron ni boleta ni nada, me sonrieron y me devuelvieron la plata sin mayores preguntas-, etc. Los supermercados por ejemplo ponen un sector con cosas con descuentos, con sobre stock o cerca de fecha de vencimiento –no un día antes como acá- y hacen descuentos ridículos de 80-90%, muchas veces más baratos que a precio costo lo que ayuda a comer barato si se necesita.

En general, si un aussie te dice algo lo va a cumplir, si una institución o empresa dice algo lo cumplen. Eso los hace una sociedad seria y responsable, pero lo complementan con humor y relajo, nada es tan grave allá como todo lo es acá. Otra cosa importante, son autosuficientes. Como país, genial. En caso de guerra mundial Australia se puede abastecer y defender sola, a pesar de sus acuerdos en el Commonwealth. Esto es, tienen producción interna de tal nivel y variedad que no dependen de terceros. Chile en caso de guerra podríamos comer pura fruta, pero nada se produce acá. 

Aunque hay mucho de mito y visiones erróneas. Los australianos no aceptaron ni respetan a los nativos; los blancos son tremendamente racistas especialmente al salir de las ciudades. El Estado les pasa una tarjeta de crédito y así subsisten, subsidiados. Solo pueden comprar ciertos productos con esa tarjeta y le escuché a muchos decir que esta era una forma a largo plazo para eliminarlos. Esto también tiene su punto; los aborígenes son en su gran mayoría borrachos de plaza, muy gritones y escandalosos que no hacen mucho por el bien común. Es un tema complejo, pero para nada resuelto como creen. Mejor caso en este punto es Canadá –y ejemplo en el mundo entero-, que efectivamente no son racistas y les generaron como una mini nación a los indígenas donde ellos pueden optar a las influencias culturales y su evolución social.

Otra cosa que hace la diferencia es la libertad. Aparte de que a nadie le importa el qué dirán, realmente hay un respeto a la libertad. De partida, cada uno puede ser y ejercer donde desee –nuevamente el Estado es protagonista, te ayuda si confía en tu perfil-, y las personas van donde sus pasiones los lleven. Esa libertad se nota en las pegas –te dicen que esperan de ti y que debes conseguir, te dan tips y recomendaciones, pero no te dicen cómo hacerlo- las relaciones son horizontales; vi a gerentes sentados almorzando con los obreros felices de la vida compartiendo –también vi un par de hermanos que uno era gerente y otro obrero y eran los dos dueños de la empresa y ganaban lo mismo-, la policía uniformada considera a los civiles como civiles inocentes y tienen criterio, no se les ocurre usar agresividad, excepto que sea necesario.

En fin, pienso que los puntos clave son: libertad, alta valoración a principios básicos -indiferente a religión-, humildad, carencia de egoísmo, visualizan el bien común y lo practican, son honestos, es un país muy seguro y una sociedad muy humanizada. Pero aparte, sí que es una sociedad neoliberal con muchos de sus vicios y el consumismo con la obesidad son problemas gravísimos.

1/26/2017

Chile: esto es más que eso

La crisis de Chile se replica en el mundo por área o por industria, pero no integrada. Esto es un absoluto.
Gamba.cl

La crisis de Chile incluye desigualdad tributaria, desigualdad de salarios, empleos indignos, empleabilidad desregularizada de técnicos, casuales y profesionales, extrema maximización de las utilidades inconsciente y anti ética, ejercicio dominado por los protocolos y la burocracia,  justicia y parlamento manipulados, el deporte como un problema de costos, el medioambiente como un cuento bonito de fantasía, centralización explosiva, democracia inventada de mentira, minorías aplastadas, colusión por redes, artes suprimidas -libros y otras manifestaciones con IVA e incluso otros impuestos asociados, pero el precio más barato de LATAM en cigarros y alcohol-, mafias locales, flaites -de los callejeros y de los peces gordos- que se toman zonas con autoridad y hacen daño a diestra y siniestra, instituciones uniformadas que caen como soldaditos de plomo en el sistema que los abraza con sus vicios, políticos que todavía discuten polarizados -y además no hacen la pega-, personas angustiadas y asustadas y que por lo mismo replican los abusos de los que son parte -con el mismo egoísmo que recibieron de otros-, débiles como nación en educación y en salud, poderosos en FFAA y potencia mundial en salarios del Estado, un país sin desarrollo real dependiente de las materias primas, ayudar -como los bomberos- es un acto voluntario y personal, con un SENAME desastroso -de las instituciones más importantes para el país-, un Sernac sin autoridad que es como un bufón en sociedad, bancos y gigantes del retail que se coluden a voluntad y tratan a los consumidores como moscas molestas, candidatos que ya fueron -¿como es posible que personajes de un pasado obsoleto sean la promesa del futuro?-, servicios básicos que abusan de sus usuarios a diario -revisen reclamos de las telecomunicaciones, de gas, agua, luz, es impresionante-, una justicia condicionada por sensaciones -para que decir que aún existen los notarios-, generaciones incapaces de conversar entre ellas -la intolerancia hereda como práctica-, pueblos de gran valor cultural que el mercado hace desaparecer, miles de operadores políticos que solo calientan asiento, empresas que no se responsabilizan por el entorno -movidas por sus líderes ejemplo de codicia, arrogancia, avaricia-, políticos que funcionan en base a la próxima elección -suelen patear los proyectos emblemáticos y conflictivos al siguiente-, manifestaciones populares que suman cientos de miles, pero que no producen ningún efecto más que una nota en el diario o unos segundos en TV, discusiones estériles que colapsan los canales informativos y la escasa conversación, apatía total de todas las autoridades del país públicas o privadas, gente que quiere hacerlo mejor, que invierten su vida y sus recursos y lo único que encuentra es adversidad intencionada, monopolios concertados en varias de las principales industrias que arrasan con los pequeños como si fueran tsunamis comerciales.
Todos los países tienen problemas. La larga lista mezcla situaciones de niveles diferentes. No hay comparación con el vecino que exista.

Soy patriota reconocido sabiendo lo que dicen los autores del concepto -soy por nuestro pueblo, nuestra geografía, nuestra historia- y creo que en Chile llegamos a un nivel intolerable e inaceptable de abuso y de corrupción, de malas prácticas como único formato.

Creo que los grandes y poderosos empresarios han hecho mierda nuestra tierra -y no solo eso-, creo que los políticos han sido actores protagonistas de esta destrucción y creo que los medios, encargados por escuela a ser actores de equilibro y apoyo social, han sido unas lacras dependientes de los otros poderes y presas del sistema y del mercado son morbosos y básicos.

Creo que la marea roja, las termoeléctricas y otras fábricas, los incendios, los aludes del norte, la crisis forestal; todos desastres piezas del mismo engranaje, tienen responsables con nombre y apellido, pero ellos NO están tras los barrotes. Y todos son desastres responsabilidad de industrias específicas.

Creo que Chile ha sido muy ingenuo y ha permitido mucho. Y creo que lo seguimos haciendo, eso debe terminar. Hay mucho ruido, la gente está enojada, pero lo que se ve después es que por influencia material las personas votan como les ordenan y luego de comenzar los mismos como externos, -sangre nueva inocente- ingresan al poder y se corromper como sus antecesores.

Creo que hoy esto es una oportunidad, pero me aterra pensar que aún hay algunos que piensan que este tren va bien o que creen que pueden pasar sin involucrarse, que no les llega, que no los alcanza. Algunos que piensan que esto es pasajero -no lo es, prácticamente todos estos lamentables resultados son producto de estamentos legales o de una herencia que funciona como un legado en grandes instituciones- y por tanto; hay que cambiar la constitución y leyes, no es un tema contingente, si no histórico.

1/25/2017

Primer mártir bomberil de la historia de Chile

Hernán Avilés tenía 27 años y vivía en Talagante. Estaba casado y tenía 2 hijos. Era voluntario.

Hoy muere uno que para mí merece más que cualquier figura, más que cualquier otro que tenga esa estatua frente a la plaza de armas local. Hoy muere un ícono de lo que ha sido en este país un espíritu permanente de colaboración ante la tragedia que nace y se genera desde las bases de la sociedad. Una conmoción extendida que se repite en nuestras catástrofes periódicas. Pero esta vez es especial, no hablo de responsables, si no de culpables con nombres.

Este joven bombero merece una posición en nuestra consciencia, en nuestro relato y nuestros libros de historia. Como un héroe que no midió consecuencias salvando a una familia en desgracia bajo las llamas, por hacer algo que superó su humanidad. Así otros más han caído antes y seguirán cayendo –por el honor según las palabras de sus compañeros- en esta batalla provocada, pero insisto, que este caso va más allá.

Yo tuve muchas dudas de la capacidad de ciertos para quemar nuestro país a voluntad, tuve que derrotar esa ingenua esperanza que tanto cuesta cultivar por estos lados. Las pruebas se muestran contundentes. Y todo se debe a un decreto de 1974, el 701, el de mayor daño forestal en la historia de Chile.

Me produce profundo dolor concluir que compatriotas, indiferente a sus burbujas, fuera de cualquier análisis que se pueda hacer de ellos, hay algunos que destruyen propiedad natural como en una película de ciencia ficción.

Gente de terno, que visitan iglesias, que ponen a sus hijos en grandes y tradicionales colegios, que van a reuniones sociales desvergonzados, que veranean en comunidades más amplias con las cuales construyen lazos, que realizan los trámites como si se disfrazaran de ciudadanos.

Codicia y ambición representada en unos clanes específicos. Que callados llevan décadas explotando inescrupulosamente este hermoso territorio. Hoy son Matta y Angelini, ayer Luksic, anteayer Horst Paulmann y así sigue. Hoy son los incendios, ayer la colusión, anteayer la corrupción. Más la negligencia como constante.

Hernán falleció por la culpa de ellos. Directa de ellos. Y eso es imperdonable. Hoy declaro, aunque a nadie le importe un carajo, mi virulencia sin respeto. Repudio.

Este hito debe cambiar el rumbo del país. Si no, no hay Chile.

1/23/2017

Solo existe la reflexión del amor

Puedo escribir en minutos lo que sentí en pocos segundos. Y es que, yo sé mucho, de allá y de tal que, pero a veces hay pequeñas piezas del conocimiento que se pierden, se extravían. En general, nadie sabe porque, ni como. Por lo común, uno nunca espera. Suela juega, suela baila.

Pocas veces en la vida, los románticos de las letras tenemos la oportunidad de estar con ella. Y es que, cinco son suficientes para saber que esa sonrisa debe ser tuya, que esos ojos debes mirar a diario, que esas manos merecen tu piel. El amor platónico no existe. Y no es real por algo sencillo; la única posibilidad que merece su belleza en categoría de amor es sentir la corriente. De la energía. Cuando es verdadero produce escalofríos y cuestiona tu estructura. No sabes porque, tampoco como reaccionar. Ante los engaños, prefiero morir como poeta sin respuesta a caer, que morir sin decir.

Uno sabe, dicen que uno lo siente. Pero no funciona así, uno sabe por el recuerdo de ese rostro, por esos segundos que quisiste congelar, pero que ya no son tuyos y ese es el fin. Pasa rápido. Y lo pierdes. Y hoy no quiero perder. No lo se aun y quizá no lo sabré, pero hoy no quiero perder. Y quedas mirando un más allá sin contexto, preguntándole a la luna  si es posible sentir así. Si esta bien. Pero no lo está, mientras la chispa no confunda a varios, no lo está. Y se pierde. Por allá.

1/18/2017

El ahueonaje en los formularios

En el mundo digital de hoy Internet es muchísimo más que un canal de comunicación, es más bien una plataforma de interacción con el mundo que aunque sea virtual sus alcances se hacen concretos en la realidad.

Como esta interacción se proyecta, hay dos cosas que me suelen llamar la atención en el proceso.


La primera de ellas es cómo los de registros aun con el avance del Internet siguen pidiendo datos obligados que están obsoletos por el avance de otras tecnologías o cambio en las condiciones. Aun relleno a diario formularios en los que el teléfono fijo –por ejemplo- es obligación y, sino lo agregas, el formulario no se guarda y no pasa a la base de datos (BBDD). 


Por supuesto que esto tiene una mínima lógica informática que se contradice con la relación que el sistema comercial mantiene con sus usuarios. 


Esta lógica informática es que obligando los campos se obtiene una BBDD datos uniforme, en las que está toda la información posible para usarse internamente o venderse a terceros. Y acá hay otro punto de impacto, ya que la mayoría de los usuarios no tienen idea que muchos de esos formularios aparentemente casuales y sin importancia, registran datos que después son lanzados en el mercado. Los usuarios se fijan en Apple, Samsung, Google, Adobe, Facebook, etc pero no en la cola larga que es, a fin de cuentas, la que más importa en este punto.


Otros formularios que rallan en lo ridículos –acá una perspectiva más subjetiva- son los de postulaciones de trabajos en línea en sitios como Laborum, Trabajando, Reqlut, CompuTrabajo, etc. En esos formularios se plantean preguntas que son hasta divertidas: por ejemplo, vi hace poco una para postular al cargo de gestor de contenidos de PayPal. La postulación contenía dos preguntas: renta -hoy en día parece que se paga según candidato y no según cargo. Así, las empresas tienen el sartén por el mango-. Y la otra era ¿Por qué te gustaría trabajar en PayPal?


Creo que es muy probable que las respuestas sean instantáneas: hacer lo que me gusta hacer –en este caso, crear contenido-, trabajar en una empresa internacional seria y responsable, proyectarse o estabilizarse, aumentar valor del currículum, afinidad e interés en finanzas y contabilidad, etc.


Dudo –y menos en este país- que reciban respuestas originales a una pregunta de cartón. Dudo que alguien responda algo así como: porque mi primera compra al extranjero la hice por PayPal; o algo así como porque sigo desde años a Elon Musk –fundador-; o porque la tecnología de la empresa es líder en el mercado.


A las personas que hacen y definen formularios por favor, les ruego que pongan leve atención a los que uno llena de aplicaciones top. La diferencia es clara; hacen la menor cantidad de preguntas posible y solo cuando son vinculadas al interés directo para ellos o no la colocan; son rápidos y breves –sin introducción y preguntas capciosas-; tienen lógica interna.


Me imagino que aún estos generadores de formularios tienen en su cabeza esa burocrática hoja de papel llena de preguntas que te pasan en el registro civil y al parecer, ignoran que lo que hacen lo hacen para Internet, un canal donde casi siempre, menos y simpleza es más.

1/16/2017

Tomas: el trasero más duro del condado

 Hay gente que sabe cómo ponerse el traje de su existencia. Quemando etapa por etapa estos personajes son ejemplo de perseverancia, coherencia y fortaleza. Son lo que imaginaban ser y están donde imaginaban estar. 

Son también de esos con un sentido de comunidad, como ese doble cinco con amplia visión de campo, siempre dispuesto a compartir el balón, incluso a ceder el gol, porque no le importa la fama, le importan los valores.

Así, por lo común con una sonrisa, Tomás deja la estampa de un hombre que ha sabido ser el mismo: se come su profesión con método y pasión, supera la tristeza con acción y deporte, sueña y cree y visualiza como ninguno.

Él juega la vida con esa camiseta puesta, desafíos y adversidad incluidos, es un amigo que sacrifica su bienestar por el tuyo –eso lo hemos visto por años-. Es uno de esos amigos de entrega espontanea, solidario para estar cuando otros evaden. Un enorme y valioso recurso en la fraternidad.

Un líder único en su especie; energético, constructivo, motivador.
Tomás inunda el entorno y con su voluntad por delante –de eso estamos muchos agradecidos- consigue habilitar el espacio con sus propias cualidades.

La logística es su tema, él organiza los ambientes con ese acelerado relajo que le es tan propio; el asado, el alojamiento, provisiones y alimentos, los arreglos y detalles. Sin él, solemos fallar en algo.

Con los amigos se ganó varios títulos de nobleza, el que más me gusta en lo personal es “el trasero más duro del condado”, aunque varias más. 

Hace un tiempo que se ve bien y es en ese estado de máximo esplendor, en pleno camino a la gloria fue cuando la conoció.

Yo, con lo que sé, me gustaría comentar y dedicarle a la Coti una sabia pequeña frase que le escuché a mis viejas mujeres –a mi parecer sabia, pero un poco machista-: la mujer, como compañera, debe potenciar tus virtudes y minimizar tus debilidades. Si no, no es la mujer para ti. La que se complementa a otra gran cita de mi cosecha: detrás de todo gran hombre hay una gran mujer.

En este caso esos principios se notan, estoy seguro; mi amigo hoy es lo mejor de sí mismo; su mejor versión; mino, tranquilo, potente, bueno, en verdad sobretodo mino. Pero lo más importante, es que tiene el control en su poder y eso, eso es invaluable.

 Además tiene un gran pilar que lo sostiene y que ha dominado su vida: saber que con esfuerzo el límite es un abstracto.


 Un beso Tomacho, la barra te ama y lo seguirá haciendo, ¡¡¡felicidades juntos los dos!!!

1/09/2017

El cartón cede a la decepción

Quiero gritar. Me salta el núcleo de las emociones, la cápsula de nuestra humanidad.

Aquí estoy en mi mejor versión, sufriendo por decisiones ajenas, acuchillado y abandonado.

Es impresionante como las personas sorprenden. La hipocresía como motor de un relato inventado. Como cuento infantil. Como historia de terror. 

Tengo frío del de verdad y el de la mente, la piel como órgano que es, helada y desatendida, receptora de la indiferencia, filtrando muchos de los rayos que perforan más que la imagen.

Confundido, derrotado. Sin saber, saboreo mi amargura. Apoyado en un espacio que no contiene, en un silencio que otorga. Botado en el suelo de la felicidad a pesar de haberme apropiado de ella hace no mucho.

Es difícil la respiración. Me falta aire y cavidad. Fuerza de circulación. Carencia de.

Tengo los ojos implosionados, veo el rojo brillante en ellos, representantes de la esencia en vibraciones de un lamento enternecedor. Quemados en la desesperanza ambigua, en la pérdida de lo que nos conforma, lo que se arma para más.

Lazos enormes construidos en un hoy cartón mojado que cede voluntarioso. La estructura de mi sombra se desploma y se borra su silueta. Ya no se sostiene como apoyo detrás. Ya no tiene sentido, si es que alguna vez lo tuvo.

El impacto del dolor

Hace muchos años que no me sentía así; del alma traicionado.

Recuerdo abrazos fraternales hablando de hermandad y lealtad, principios basureados y reducidos a un presente efímero.

De lo que hoy me he enterado trastoca mi concepción de todas mis relaciones. Se acabó en seco la magia de recuerdos engañosos. Memorias falsas ya sin valor.

La profundidad del daño solo puedo escribirla, no me da para comentarla. Lloro sin lágrimas en la tristeza oscura. Me destrozó la incomprensión, mi nombre fantasma en una lista de varios, sin empatía.

La cuna olvidada, la historia para el archivo. La consciencia integral, vacía.

Herido de guerra estoy y muertes he presenciado. Ya no hay distancias en mi mapa. Desaparecieron los puntos. Los que nos unían.

1/06/2017

"No se le puede decir nada"

Creo que en mi vida me han repetido eso un millón de veces. Rara vez un amigo, una que otra vez conocidos con otro tipo de relaciones superficiales, pero principalmente, familia.

 Este núcleo, suele repetir y en su funcionamiento ha definido en la historia quien es quien dentro del grupo, cometiendo un error que me parece letal; producir etiquetas tan enraizadas y radicalizadas que el receptor -niños y jóvenes- termina por creyéndose lo que le dicen aún cuando crea que no la merece o que no le es propio, si no que proviene del exterior.

 En más de 2 años de viaje no hubo ninguna persona que me dijiera algo ni cercano, ni parecido, ni en el mismo nivel. Nadie. Zero. Non.

 Por otro lado, si que he escuchado a otros compatriotas decir eso de otros, 99% de las veces al interior de Chile.

 Con ello concluyo dos cosas; la primera es que por un lado las etiquetas no te hacen y son una "falla" involuntaria en la constitución familiar. 

 En segundo lugar, decir: "a este no se le puede decir nada" es algo de nuestra idiosincracia, una característica a la defensiva para nada positiva en un pueblo que carga con muchos vicios - demasiados a mi parecer- que además, nadie común entiende como se han instaurado tan profundamente en la sociedad y en el legado que se transmite de una generación a otra.

 Muchos me han dicho mucho y nunca he reaccionado por un mensaje individualizado más que con una respuesta colateral. Hay algunos que hay que hablarles todo entre algodones porque al parecer ante ellos salirse de cualquier estándar es una complicación. Yo hablo fuerte porque soy sordo y soy pasional, no porque esté enojado. Excepto, escasas ocasiones cuando hay una reacción a un hecho, lo que es distinto.

 A mi entender, decir y tirarle ese palo a otro lo traduzco como una carencia de recursos: "no se como decirlo, pero necesito hacerlo". Entonces como no saben cómo decirlo le atribuyen la culpa a la contraparte. El gran problema es la reflexión ¿Cuántos son capaces de reconocer algo así?